Mientras la batalla entre Lea y Raquel continúa, Jacob le pide a Labán que lo deje ir de regreso a su tierra a raíz del nacimiento de José. Sin embargo, aun después de ponerse de acuerdo, Labán vuelve a engañar a Jacob y este regresa con un astuto plan para aumentar sus rebaños y sacar provecho del acuerdo.
Los planes y propósitos de Dios se continúan llevando a cabo en medio del engaño, rencillas, represalias, celos y venganzas de los individuos de Su pueblo escogido. Si bien es cierto que Dios no es autor del pecado, Él lleva a cabo Sus propósitos a través de hombres pecadores y falibles.
La situación entre Jacob y Labán se había hecho insostenible y Jacob esperó por las instrucciones de Dios para partir. Aunque lo hizo de forma equivocada, Dios intervino para protegerlo de Labán y los dirigió a hacer una tregua.
Muchas veces creemos que controlamos nuestras circunstancias y destinos a través de nuestros intentos por manipular, pero Dios está detrás del telón cumpliendo Sus planes y propósitos. La abundancia de Jacob no vendría debido a sus maquinaciones con los animales (30:37-43), sino por las promesas de Dios. Él está en control de todas las cosas.
Para meditar:
- ¿Estás confiando en Dios totalmente o tratas de manipular las situaciones?
- ¿Qué situación actual estás manipulando? ¿Cómo podrías dejar esto en las manos de Dios?
- ¿Alguna vez has hecho algo pensando que estás en la voluntad de Dios pero lo haces de manera ilegítima o pecaminosa? ¿Cómo lo hubieras podido hacer diferente?
«Tengo poder para hacerte daño, pero anoche el Dios de tu padre me dijo: “De ningún modo hables a Jacob ni bien ni mal”». -Génesis 31:29
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