José continúa probando a sus hermanos enviándoles de vuelta a casa para traer a su hermano menor, Benjamín. No sabemos cuánto tiempo transcurrió entre estos viajes, pero a través de la reacción de los hermanos, con el tiempo José pudo comprobar que sus hermanos sentían remordimiento por las cosas que habían acontecido en el pasado, y su corazón fue ablandado e inclinado a perdonar. La gracia de Dios obró en todos para que se diera esta reconciliación.
El perdonar no implica que la transgresión no sucedió y causó daño. Para José era obvio que sus hermanos habían obrado mal hacia él. Era un hecho: lo habían vendido y dado por muerto (45:4-5), pero él pudo ver el espíritu quebrantado de ellos (44:18-34). José perdonó porque pudo ver la mano providencial de Dios obrando por encima del pecado de sus hermanos, orquestando todas las cosas para el bien de todos. Cuando …
José continúa probando a sus hermanos enviándoles de vuelta a casa para traer a su hermano menor, Benjamín. No sabemos cuánto tiempo transcurrió entre estos viajes, pero a través de la reacción de los hermanos, con el tiempo José pudo comprobar que sus hermanos sentían remordimiento por las cosas que habían acontecido en el pasado, y su corazón fue ablandado e inclinado a perdonar. La gracia de Dios obró en todos para que se diera esta reconciliación.
El perdonar no implica que la transgresión no sucedió y causó daño. Para José era obvio que sus hermanos habían obrado mal hacia él. Era un hecho: lo habían vendido y dado por muerto (45:4-5), pero él pudo ver el espíritu quebrantado de ellos (44:18-34). José perdonó porque pudo ver la mano providencial de Dios obrando por encima del pecado de sus hermanos, orquestando todas las cosas para el bien de todos. Cuando la perspectiva vertical de Dios entra en la ecuación se hace más fácil perdonar.
Sin embargo, en muchas ocasiones nos cuesta aceptar que hemos sido perdonadas. Los hermanos no estaban seguros hasta donde llegaba el perdón de José. Ellos sabían que habían actuado mal. Temieron acercarse a José, pero él los animó a hacerlo (45:3-4).
De la misma forma nos sucede cuando se trata de aceptar el perdón de Dios. Hay ocasiones en las que dudamos de Su perdón, pero quienes hemos puesto nuestra fe en Cristo somos invitados por Él a acercarnos con confianza, sin temor a ser condenados. Medita más sobre esto leyendo Romanos 8:1 y Hebreos 10:19-25.
Por otro lado, cuando José perdonó a sus hermanos, no escatimó en bendecirlos.José no solo mostró misericordia al perdonar, sino que extendió gracia, dando más de lo que ellos esperaban o merecían. José muestra su perdón genuino al devolver bien por mal, tal y como dice la Escritura en Romanos 12:21: «No seas vencido por el mal, sino vence el mal con el bien».
Para meditar:
- ¿Se te hace fácil perdonar a otros? ¿Por qué sí o por qué no?
- ¿Guardas resentimientos contra alguien que te hizo daño? ¿Cómo puede la gracia de Dios redimir esa relación?
- Cuando alguien peca contra ti, ¿cómo te ayuda a ver el daño desde la perspectiva de Dios?
- ¿Has perdonado a alguien, pero te cuesta extender gracia más allá del perdón?
- ¿Cómo te anima esta historia a extender la misma gracia que recibimos de parte de Dios?
- Para terminar, te animo a meditar hoy en los siguientes versículos:
«Entonces acercándose Pedro, preguntó a Jesús: “Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?”. Jesús le contestó: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”». -Mateo 18:21-22
«Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: “Mía es la venganza, Yo pagaré”, dice el Señor». –Romanos 12:19
«Dios me envió delante de ustedes para preservarles un remanente en la tierra, y para guardarlos con vida mediante una gran liberación». -Génesis 45:7
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